Una brisa veraniega y fugaz, tejida en puro algodón. Sin mangas, ligera, cuelga suelta como un secreto bien guardado.
Los suaves pliegues se unen bajo un cuello pronunciado, donde la estructura se encuentra con la rendición. Flores rosas descoloridas se esparcen por su superficie, como pétalos abandonados en una tarde despreocupada.
Es para la mujer que sabe que la sutileza tiene un poder propio. No grita, no implora, perdura.
COMPOSICIÓN: 100% ALGODÓN